MORUS ALBA
Árbol de hasta 18 m de alto, ramoso, de copa ancha y corteza lisa y gris cuando es joven, pero gruesa, muy agrietada y parda o gris al envejecer. Las hojas son caducas, simples, alternas, miden de 3 a 22 cm de largo y algo menos de ancho, y son muy variables en su forma: ovales, redondeadas o lobuladas, con dos o más lóbulos, pero siempre dentadas en su margen y con rabillos largos y algo pelosos en los que a veces se observa látex al ser tronchados. Son finas, generalmente terminadas en punta, acorazonadas en su base y por lo común lampiñas, de haz brillante y con el envés que puede tener algunos pelos entre los nervios. Estas características, junto con un fruto de rabillo largo, que cuando madura es más bien soso y habitualmente blanco, blanco-verdoso o rosado, si bien en ocasiones es rojo o negro, lo diferencian de su congénere Morus nigra. Las flores no son muy vistosas y son unisexuales, es decir, las hay masculinas y femeninas. Salen generalmente en distinto pie de planta, pero a veces están separadas sobre el mismo pie de planta.
Es una planta de Oriente y es muy difícil saber con exactitud su área de distribución natural ya que se cultiva desde antiguo y sus semillas son fácilmente transportadas por las aves. Se cree originaria del centro y este de Asia: China, Corea, Mongolia y norte de la India; sin embargo, en Japón no es seguro que sea autóctona o plantada desde antiguo. En la cuenca mediterránea se introdujo en el siglo VI, traída por unos monjes hasta Constantinopla para criar al gusano de seda.
Su principal uso, que explica su extensión por todo el mundo, es la alimentación del gusano de seda (Bombyx mori) con fines comerciales (sericultura), aunque también es un buen forraje para el ganado.
ENLACES DE INTERÉS:
https://es.wikipedia.org/wiki/Morus_alba
http://www.arbolapp.es/especies/ficha/morus-alba/